San Juan y San Esteban: tan cerca, tan lejos
2008 / 06 / 19
**San Juan y San Esteban: tan cerca, tan lejos Los vecinos de ambas localidades aplauden la promesa de una pasarela sobre el río Nalón
**El puente serviría para fomentar el desarrollo local y los de La Arena dispondrían de tren
Una pasarela en la desembocadura del Nalón, entre La Arena y San Esteban de Pravia. Éste es el acuerdo que tomó el pasado día 6 de junio el Pleno de la Junta General, a propuesta del PP. Los presupuestos de 2009, que serán negociados en septiembre, incluirán la deseada pasarela, cuyas obras se licitarán el año que viene. La noticia ha sido bien recibida entre los vecinos de ambas localidades que, no obstante, se muestran cautos y escépticos ante el desarrollo del proyecto.
En línea recta, la distancia que separa a las localidades de San Esteban y San Juan de La Arena es de 150 metros. Ésa es la anchura de la desembocadura del Nalón. Este río, vía generadora de riquezas antaño y diamante en bruto a día de hoy, supone un obstáculo natural para la comunicación entre estos dos pueblos marineros que se miran frente a frente desde ambas orillas. La ejecución de la pasarela acabaría con el rodeo de unos siete kilómetros que hay que recorrer para trasladarse de uno a otro. Esta incomunicación se ha agravado tras la desaparición de la popular lancha de pasaje que, durante décadas, cubría a diario el servicio de transporte de personas de un puerto a otro.
La idea de construir esta pasarela tiene sus orígenes años atrás. A inicios de los noventa del siglo pasado, en los concejos de Soto del Barco y Muros se comenzó a oír hablar de Puerto Norte, proyecto al que Rodríguez-Vigil (PSOE) bautizó como la Nueva Pompeya. Este proyecto llegó a contar incluso con una maqueta en la Expo 92 e incluía la ejecución del puente entre los dos municipios. Durante la legislatura de Sergio Marqués (PP), de 1995 a 1999, la idea fue retomada pero quedó en el aire. En el debate de orientación política correspondiente al año 2006, se volvió a mencionar la pasarela, enmarcada dentro de los planes de Álvarez Areces para desarrollar el parque metropolitano del Nalón y con un presupuesto de 18 millones de euros. El pasado cuatro de febrero, la Consejería de Infraestructuras iniciaba los trámites de contratación para la redacción del proyecto de construcción de la pasarela. A principios del presente mes, el Partido Popular, representado por el diputado Emilio Pérez Cueva, conseguía sacar adelante su propuesta con el apoyo del resto de grupos parlamentarios, logrando 44 votos de los 45 posibles. La proposición del PP incluye la posibilidad de construir una pasarela que permita el tráfico, de vehículos ligeros, regulado por semáforo. Por ahora, es ésta la última página escrita en la azarosa historia de la pasarela.
Nadie en La Arena y San Esteban oculta su posición a favor de la decisión tomada en la Junta, no obstante, tras años de promesas incumplidas el escepticismo reina a ambos márgenes de la ría. La mayoría de los vecinos sostiene que prefiere esperar a verla concluida: Hasta que no lo vea no lo creo, me suena a cuento chino afirma un vecino de La Arena.
En el Bajo Nalón se habla de una deuda histórica que es preciso saldar. Con el paso del tiempo, el esplendor industrial de ambas localidades decayó hasta desaparecer. La mayoría de los vecinos sostiene que sería indispensable la construcción de la pasarela para fomentar el desarrollo local. Sería fabuloso para los dos pueblos, daría vida a ambos. En San Esteban tenemos el tren y en La Arena tienen el comercio, apunta Lourdes González, regente de un bar en San Esteban de Pravia. Dos pueblos tan próximos y tan lejos al mismo tiempo. Es negativo que no estén aún unidos. Para La Arena sería aún más favorable que para San Esteban, ya que el puente les permitiría disponer de tren, opina un propietario de segunda vivienda en La Arena. En la actualidad, tras la desaparición de las lanchas de pasaje la comunicación entre ambas orillas se ha vuelto muy incómoda. Es necesario el empleo del coche. La construcción de la pasarela daría vida y comodidad, comenta Antonio Pérez, jubilado residente en San Esteban.
Por lo pronto las cosas siguen igual en el bajo Nalón. Quizá de ésta vaya la vencida, pero ningún vecino se atreve a anticiparse a los hechos. La ansiada pasarela puede ser el definitivo nexo de unión entre La Arena y San Esteban, dos pueblos separados por el Nalón, río que es también símbolo de su identidad y aglutinante de sus tradiciones.
Fuente: La Nueva España