Los propietarios de los barcos deportivos critican que se pesque en la dársena sin respetar los límites de velocidad y muy cerca de sus naves.

Las aguas están revueltas en el puerto de San Esteban.Los miembros del Club Náutico del Nalón, propietarios de embarcaciones deportivas, han denunciado a los pescadores de angula por dañar sus barcos. Desde el club se mantiene que los barcos que pescan angula lo hacen dentro de la dársena del puerto, a pesar de que está prohibido. También critican la excesiva velocidad a la que circulan y que pasan demasiado cerca de las embarcaciones deportivas amarradas en los pantalanes. La denuncia se ha interpuesto ante la Guardia Civil y se espera que en las próximas semanas entre en vía judicial.

Como explica el presidente del Club Náutico del Nalón, Jorge Abalo, los barcos de pesca circulan sin respetar la velocidad máxima de tres nudos dentro del puerto. Además, pasan muy cerca de nuestros barcos. No es que los anguleros choquen contra las embarcaciones deportivas, sino que generan olas que mueven nuestros barcos y que ya han dañado a varias naves. Por ello hemos denunciado los hechos ante la Guardia Civil y hemos puesto el caso en manos de nuestros abogados, puntualiza.

Según el club náutico, los anguleros están pescando de manera ilegal en el puerto de San Esteban, ya que está prohibida la pesca en el interior de la dársena. Esta situación ya fue denunciada hace varios meses a los responsables de Puertos y, al no obtener respuesta, lo han denunciado ante la Guardia Civil. La pesca en la dársena está prohibida, incluso con caña. Sin embargo, los anguleros siguen pescando en esta zona. Alertamos a Puertos para que aumentase la vigilancia. No obtuvimos respuesta y por ello ahora denunciamos. Bien sea culpa de Puertos o de los barcos anguleros, lo que está claro es que nosotros sufrimos los daños, concretó Abalo.

El presidente del Club Náutico de San Esteban estima que los daños, en su mayoría rotura de amarres o daños en las naves por golpes contra el embarcadero, superan los dos mil euros. Pagamos por amarrar y no se nos están ofreciendo las garantías mínimas, concluyó Jorge Abalo.

Fuente: La Nueva España

San Esteban,

V. DÍAZ PEÑAS