Los clubes Marítimo San Balandrán y Náutico del Nalón sellaron ayer su hermanamiento, y como no podía ser de otra manera, lo hicieron con una navegada. Más de cuarenta embarcaciones partieron a las diez y media de la mañana del puerto de Avilés para cubrir las escasas siete millas náuticas que lo separan del de San Esteban de Pravia, en la desembocadura del Nalón. A bordo viajaban unas 150 personas, que disfrutaron de una plácida travesía, con la mar en excelentes condiciones y buen tiempo.

La única pega, el escaso viento, que obligó a los veleros, que constituían cerca de la mitad de la flota, a arriar el trapo y encender motores. Allí, en San Esteban de Pravia, esperaba un centenar de socios del club Náutico del Nalón, con su presidente, Jorge Ábalo, a la cabeza. Todos disfrutaron de un espicha y de una visita por las renovadas instalaciones portuarias de San Esteban de Pravia. La vuelta, sin prisa, cada uno a su ritmo.