«La Madreña» navega de Holanda a San Esteban
2012 / 05 / 07
La Madreña navega de Holanda a San Esteban
Tres socios del Club Náutico viajarán por los canales holandeses y franceses y el golfo de Vizcaya hasta el puerto murense
Los miembros del Club Náutico Nalón de San Esteban de Pravia viven estos días atentos al viaje que protagonizan tres de sus compañeros: Frans Hendrik Wijnmaalen, su esposa, Sara Vidal, y Pablo Cuervo Díaz. A principios de esta semana iniciaron una travesía con la que pretenden unir la localidad holandesa de Sneek y el puerto murense a través de diversos canales y del golfo de Vizcaya.
Frans Hendrik Wijnmaalen, nacido en Holanda en 1945 y residente en Pravia desde hace años, es el promotor de esta aventura que, presumiblemente, se prolongará hasta finales del mes de junio.
La expectación es máxima en la página de Facebook del Club Náutico Nalón. Cada día se actualiza con los avances efectuados por los tres viajeros. Seguimos el viaje a diario. La gente está expectante, comenta Jorge Ábalo, presidente del club. Wijnmaalen soñaba desde hace tiempo con emprender esta aventura. Hace apenas unas semanas, compró una embarcación en Sneek con la que hacer realidad su sueño. Bautizó a su barco como "La Madreña". Nos dijo que es el viaje de su vida, precisa Ábalo.
Tras realizar toda una suerte de trámites y revisar la embarcación, La Madreña zarpó con destino al bajo Nalón hace cinco días. La directiva del club señala que su hoja de ruta prevé navegar a través de canales desde Sneek hasta Burdeos, donde se harán a la mar.
En concreto, recorrerán las vías fluviales que unen Amsterdam, Maastricht, Apach, Nancy, Estrasburgo, Chalon-sur-Saône, Lyon, Arlés, Montauban y Burdeos. Prevén invertir en cubrir este trayecto unos sesenta días. A esto cabe sumar cuatro jornadas más de navegación a través del golfo de Vizcaya. Se trata de un viaje turístico. Están visitando los pueblos que encuentran a su paso, comenta. Además, entre otros obstáculos, deberán cruzar doscientas cincuenta y tres esclusas y hacer frente a mareas de gran magnitud.
La Madreña es una embarcación con muy poco calado. Posee 10,42 metros de eslora, 3,21 metros de manga y 0,9 de puntal. Su casco es de hierro y fue construido en 1964. Su altura con el palo mayor desplegado es de 11 metros. Está propulsada por un motor Volkswagen de 65 caballos de potencia. Su interior está equipado con una cocina, dos camarotes y un baño.
Está concebida para navegar a través de canales. Se podría decir que es como una especie de autocaravana, compara Ábalo, quien señala que la etapa en mar abierto será la más complicada del viaje, especialmente el tramo comprendido entre Cape Breton y San Sebastián. No existe abrigo entre ambos puertos, por lo que es necesario cubrir esa distancia del tirón, enfatiza.
Los primeros compases de la aventura han estado salpicados por algún que otro sobresalto. Sin embargo, Frans, Sara y Pablo han logrado lidiar, hasta el momento, con estas dificultades, así como con temperaturas mínimas de 4 ºC y máximas de 12 ºC, Estos navegantes ya han recalado en los puertos de Enkhuizen, Muiden, Wijk bij Dursteden y Niejmen, entre otros. La Madreña sigue adelante.
En la foto:Frans Hendrik Wijnmaalen, Pablo Cuervo y Sara Vidal, a bordo de La Madreña. reproducción de i. pulido
San Esteban de Pravia (Muros de Nalón),