Muros, con la vista en el cielo
2013 / 11 / 16
El astrónomo Enrique Díez imparte en San Esteban un curso que hace más cercana una ciencia "que toca la fibra sensible de nuestra existencia"
San Esteban de Pravia, Mónica G. SALAS Es curioso, pero cuando uno observa el cielo de noche en realidad lo que ve no es el presente, sino el pasado. Esa estrella que ahora brilla en las alturas tiene historia, porque empezó su viaje de luz hace millones de años. Sin embargo, hasta hoy, debido a la distancia, nadie en la Tierra la ha podido contemplar. Incluso ésa en concreto a la que dirigimos nuestra mirada quizá ya ni exista y lo que percibamos sean, en verdad, los fotones que emitió antes de su desaparición.
Las preguntas son infinitas. De hecho, la astronomía siempre ha atraído al ser humano. Posiblemente, porque, como dice el astrónomo Enrique Díez, "toca la fibra sensible de nuestra existencia". Sin embargo, aunque suene contradictorio, es una ciencia desconocida para muchos. "La gente sabe muy poco, y tener unos conocimientos básicos yo creo que es necesario, por lo menos para llegar a interpretar mínimamente el cielo nocturno", señala Díez.
Precisamente, con el objetivo de acercar esta ciencia a los ciudadanos, el Club Náutico San Esteban ha organizado un curso de iniciación a la astronomía, cuya tercera edición cuenta con una docena de participantes, interesados en ampliar sus conocimientos. "Me parece muy interesante. Además, tengo un barco y quiero aprender a orientarme de noche por medio de las estrellas", apunta uno de los integrantes del cursillo, Marcelino García, procedente de Muros de Nalón.
"A mí desde pequeña me apasionó este tema, pero nunca había tenido la oportunidad de informarme mucho sobre ello. Y es curioso, porque vemos todo lo relacionado con el Universo como algo muy lejano, cuando, en realidad, estamos dentro de él", opina, por su parte, Violeta Fernández, de San Juan de la Arena.
Junto a ellos, otros tantos conocerán cada sábado, a lo largo de seis sesiones (una de ellas con salida al Observatorio Monte Deva, en Gijón), los movimientos de la tierra, la vida de las estrellas, el sistema solar y los diversos instrumentos de observación existentes en la actualidad. Todo ello, tratado desde un punto de vista teórico- práctico, pero también lúdico. "Pretendemos que la gente se lo pase bien", comenta Enrique Díez, del Aula de Astronomía y responsable de impartir el taller.
Durante la primera sesión se trató principalmente el aspecto cambiante del cielo. Es decir, por qué no siempre vemos lo mismo. Según Díez, ello depende principalmente de los movimientos de la Tierra. Entre los más importantes, están el de rotación (nuestro planeta gira sobre sí mismo cada 24 horas) y el de traslación (la Tierra completa una órbita alrededor del Sol cada 365 días). Luego están otros menores, como el de precesión (por la atracción del resto de cuerpos del sistema solar la Tierra se balancea sobre su propio eje como una peonza cada 25.000 años) y el de nutación (debido al achatamiento terrestre la Luna provoca una pequeña perturbación cíclica sobre la precesión).
Lo cierto es que la Tierra no es, ni mucho menos, el único cuerpo que se mueve. En verdad, todo en el Universo está en constante rotación, y ello influye también en la imagen que podamos obtener del cielo cada día. Por ejemplo, el movimiento de la Vía Láctea (la galaxia a la que pertenecemos) condiciona en cierta medida la fotografía nocturna.
En relación a la Vía Láctea, una de las preguntas más frecuentes que se plantea el ser humano, explica Enrique Díez, es dónde están las estrellas que percibimos.
Según este experto, la respuesta es en nuestra galaxia. No obstante, dentro del Universo observable hay millones de estas formaciones. Una de las más próximas a la Vía Láctea es la de Andrómeda, a unos 2,5 millones años luz de la Tierra, cuyo núcleo (tiene aspecto de nube) se puede contemplar en el cénit en esta época del año, con ayuda de unos prismáticos, sobre las doce de la noche.
Vinculado a la actualidad, otro fenómeno que también podrá ser distinguido en los próximos días, incluso a plena luz del día, es el cometa "Ison". Los científicos lo siguen con gran atención, porque, como precisa Díez, puede convertirse en uno de los más espectaculares de la historia, pero eso sólo será "si logra superar su máximo acercamiento al Sol, que será dentro de quince días aproximadamente (se prevé que el día 28)", indica. De lo contrario, acabará fragmentándose o vaporizándose. Una de las causas de visibilización de cometas reside en las transformaciones que sufren estos cuerpos cuando se aproximan al astro rey, ya que los hielos se calientan, evaporan y arrastran consigo los granos de polvo, que reflejan la luz del Sol. Así es como se forma la cola del cometa y la mancha difusa que envuelve el núcleo.
Foto:Por la izquierda, Rita Menéndez, Lidia Torre y Maximiliano Blanco, con unos planisferios.
Fuente LNE Mónica G. Salas